Concepto
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    Es el producto de la mente pensante en cuanto concibe algo. El término latino "conceptum" alude a lo que ha sido con­cebido en un órgano femenino (la mente), fecundada por un elemento masculino (el objeto).  Con el termino griego "idea" se dice lo mismo. Es forma verbal aorista (ei­don) del verbo griego ver (orao)
    Los conceptos puede hacerse de forma rápida, sensorial o no, y entonces hablamos de intuición; o de forma lenta y progresiva, superponiendo impresiones o sensaciones: entonces hablamos de abstracción. Los conceptos se expresan con palabras, con términos, con lexemas (raíces) simples o compuestos. Y con los conceptos fabricamos los juicios, que expresamos con frases, sentencias o sintag­mas que, armónicamente enlazadas, dan los argumentos y los discursos.
    Por los tanto el concepto es elemento originante en toda actividad mental del hom­bre. Es punto de partida del pen­sa­miento. Y lo es también en la elaboración de los esquemas mentales de orden religio­so.
   El educador de la fe está continuamente trabajando por despertar "ideas claras y objetivas". Para ello necesita partir de las sensaciones normales, de las experiencias sensibles, que se encierran en las ideas o conceptos naturales, las cuales se expresan con las palabras o términos.
   Como en todos los demás campos, el catequizando configu­ra en el terreno religioso dos tipos de interrogantes.
     - Unas veces perfila ideas y pregunta "cómo se dice... cómo se llama esto". Y busca palabras para sus ideas.
     - Y otras veces tiene palabras que oye o encuentra y pregunta "qué significa... qué es tal vocablo".
    Una tarea intermina­ble de todo edu­cador es respondes a esta doble línea de interrogantes.  En el terreno religioso debe hacer esto también: dar ideas y ofrecer vocablos. Con esa doble labor clarifica y configura la mente. Por ello debe poner empeño en fomentar los conceptos múltiples, ricos, expresivos de realidades humanas.
    Debe recordar que cuantas más ideas y palabras domine el catequizando su mente queda mejor formada y su capacidad expresiva queda más enriquecida. Y cuanto más carezca de conceptos y de términos religiosos más dificultad tendrá para la captación y asimilación de realidades religiosas.