Martirologio
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      Lista de los mártires y libro en que se iban inscribiendo los mártires para recuerdo y devoción de los cristianos. La Iglesia lo consideró casi siempre como un libro de especial importancia, por cuanto conservaba en él la lista y los hechos de los más significativos seguidores de Jesús.
   Se conocen martirologios ya desde el siglo III en Roma y en Cartago, unos hoy perdidos y varios citados por autores contemporáneos., como S. Cipriano en su Epístola 12.
   En el siglo IV se redactó el "Breviarum Syriacum" que es un resumen de otra obra más amplia llamada "Martyrologio oriental", en la que parece se recogían listas de todos los mártires del Oriente hasta la fecha de su redacción.
   El más universal fue el "Martirologio romano" que tuvo desde muy antiguo cierto carácter ecuménico, al incluir luga­res, tiempos y nomenclaturas muy diversas. Existen precedentes hoy perdidos, pero la primera versión oficial fue preparada por orden del Papa Gregorio XIII en 1584 al Cardenal Baronio. Benedicto XIV lo actualizó en 1748 y Pío X en 1913. Con todo, el elenco martirial del siglo XX, a pesar del progreso de los tiempos, no es menos abundante y sangriento que el de tiempos anteriores: México, España, Europa nazi, países comunistas, China y países del sur de Asia, Africa...