Masonería
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    Se la denomina también "Francmasonería", agrupando en esta idea a todos los grupos subterráneo que se han organizado para influir en política, economía y en la vida social, desde el secretismo y bajo el emblema de una engañosa fraternidad.
   Los adeptos a los círculos o grupos, denominados logias, se identifican por símbolos y contraseñas sólo conocidos por los iniciados. Se mueven por intereses económicos, políticos y sociales y se disfrazan de valores humanos como la paz, la justicia y la solidaridad universal, con el fin de generar relaciones de apoyo y promoción personal.
   Teóricamente su origen está en los masones (albañiles) medievales y las diversas cofradías o gremios relacionados con los trabajos de los templos y edificios. Parece que surgieron en Inglaterra. En el tiempo de la Reforma se admitieron gentes de otros oficios y de economías elevadas y adoptó forma de sociedad secreta con el fin de influir en la política, en los negocios y las decisiones de los gobiernos.


  Las logias de Londres se unieron en una sociedad mancomunada al servicio de la Corona inglesa el 24 de Junio de 1717. Constituyeron una logia general con sede en esta localidad y en  West­minster. Así nació la Gran Logia de Inglaterra. De ellas se derivaron en diversas secesiones otras logias como la York en 1725, la de Irlanda en junio del mismo año y la de Escocia en 1736.
   Sus ideales de tolerancia religiosa y la igualdad humana sirvieron para atraer adeptos. Y el hecho de que se extendiera preferentemente entre personas desahogadas cultural y económicamente la aseguró el atractivo.
   La radical postura de marginar lo religioso y combatir todo lo clerical, hizo que la Masonería pareciera adversaria de las Iglesias, no solo católica, sino también de las otras confesiones cristianas. Por ese motivo fue objeto de diversas condena­s, sobre todo en el ámbito católico.
   El mismo camino siguieron y los mismos criterios emplearon otros grupos masones como el francés de París y el italiano de los Carbonarios. En España las logias tuvieron una dependencia total de los grupos ingleses y se propusieron debilitar la nación en beneficio de la corona inglesa a lo largo del siglo XIX.
   Entre los ritos más extendidos de la organización masónica, está el de York, lla­mado también Capitular, con cuatro grados. El Rito escocés regulado en 1801 tiene treinta y tres grados. Pero hay otros mu­chos modos, como el de la Orden Real de Escocia, el de los Grados Masones Aliados, la Cruz Roja de Constantino, la Sociedad Masónica de los Rosacruces, el Rito de la Estricta Observancia, la Orden de Corcho, etc.
  En España la logia más antigua documentada es la Matritense, o de Las Tres Flores de Lis, fundada el 15 de Febrero de 1728. Masones ilustres de ella fueron el conde de Aranda, el conde de Campo­manes, Gaspar Melchor de Jovellanos, Agustín de Argüelles, Rafael del Riego, Alcalá Galiano, José de Espronceda, Alberto Lista, Quintana y Baldomero Espartero.
   Pero hubo otras logias o asociaciones, como el Gran Oriente de España, la Gran Logia Simbólica Española, la Gran Logia Independiente.
   La  oposición de la Iglesia a las diversas formas masónicas fue total y frontal desde el siglo XIX, sobre todo desde la Encíclica d León XIII "Humanum Genum" del 20 de Abril de 1884.