Pléroma
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     Término derivado del verbo completar (pleroo) que tuvo varias acepciones, Los gnósticos llamaban así a lo que estaba entre la divinidad y la materia, considerando como tal, los espíritus, los eones, la inteligencia, las almas, todo lo que no es divino y no es material. Esa idea de complemento, o realidad invisible y misteriosa, quedó latente en la eclesiología de los primeros tiempos y fue aludida por diversos Padres.
   En la Teología del Cuerpo Místico algunos autores han designado con este nombre todo lo que complementa la Cabeza que es Cristo. Es decir se expresa con este término el conjunto de miembros que forman el cuerpo místico, pero como complemento de Cristo cabeza y se rigen por la savia, la vida y el misterio que de ella emana.
   Son 17 las veces que el término pléro­ma aparece como sustantivo en los Escritos sobre todo paulinos. En algunos pasajes queda bien clara la idea de que toda la Iglesia es Cristo, cabeza, y el pléroma, el resto. "La Iglesia es su cuerpo, el complemento (pléroma) con el que se complementa a Cristo el Señor" (Ef. 1.23).