Principado
      [306]

 
   
 

       Abstracción del concepto príncipe y por lo tanto prerrogativa general que tiene el rector primero de una comunidad. En general se llama príncipes a los hijos de los reyes y el principado puede también entenderse como la cualidad de pertenecer a esa categoría.
   De forma análoga se denominan "Prin­cipados" (arjés) a las potencias angélicas, paralelas a las "Potestades", (exou­sias) con que Pablo describe a los espíri­tus angélicos: Ef. 1.21 y 3.10; Col 1.16 y 2.10. Pero los textos paulinos a veces aluden con este término a los principados infernales (Ef. 6.12 y  Col. 2.15), reflejando el antropomorfismo de que los ánge­les y los demonios tienen jefes, príncipes, que mandan más que los subalternos pues éstos les obedecen.
   A veces también se alude en los textos a los principados terrenales: 1 Cor. 15. 24. Es decir, se refieren a las fuerzas sociales o a los centros de poder en un Imperio Romano intensamente organizado y jerarquizado. En Rom. 8.38 aparece la expresión, sin referencia a otras paralelas (arjai: principados), como lo que "jamás podrá separarnos del amor de Dios" y se duda si se refiere a los ángeles, a los demonios o a las autoridades de la tierra.

En la tradición de la Iglesia este tipo o grupo de ángeles ocuparía el 7º grado de los coros celestes, hablando al estilo del Pseu­doDionisio Areopagita en su libro sobre "La jerarquía angélica", aunque la terminología resulte ya poco compatible con la teología reciente