Quicumque
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     Se conoce en la Historia con  esta palabra (significa Cualquiera) con la que empezaba el Símbolo o Credo de San Atanasio, según atribución que le hacía el Obispo de Orleáns  Teodulfo, en el siglo IX. Se recitó tradicionalmente en la Iglesia en fiestas solemnes y en los actos de proclamación  de la fe. (Ver Credo 3)