Caracterología
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   Es la ciencia o rama psicológica que estudia los modos generales del compor­tamiento, de los caracteres, en razón de las causas temperamentales que suscitan y condicionan ese actuar.
   Esas líneas o propensiones ya fueron estudiadas en la antigüedad, por ejemplo por Hipócrates(460-377), por Galeno (130-200 d C) y por Teofrasto, que el 319 a. de Cristo ya escribía un libro sobre "Los caracteres"
   Pero el interés científico por ese estudio diferencial se despierta con la ciencia moderna. En el Renacimiento, Juan Huarte de San Juan (1530-1591) hizo interesantes planteamientos en "Examen de ingenios" y en 1688 La Bruyère publicó otro estudio con el mismo título de "Los caracteres".
   Las tipologías se han multiplicado desde entonces. En los ambientes pedagógicos recientes se han divulgado tres más importantes y ordenadas:
   Las escuela alemana inspirada por Ernesto Kretschemer habla de dos modos temperamentales: esquizotímicos y ciclotímicos; y de tres formas caracteriales: pícnicos, atléticos y leptosó­micos.
   La escuela americana de Sheldon habla de ectomórficos (o cerebrotónicos) mesomórficos (o somatotónicos) y endomórficos (o viscerotónicos)
   Y la más divulgada escuela de Groninga debida a Wiersma, Heymans y sobre todo a Le Senne, distribuye a los tipos en ocho formas según la combinación de tres rasgos básicos: Emotividad (E) Activida (A) y Resonancia de los hechos en la con­ciencia de forma Primaria (P) o Secundaria (R).
   Los ocho tipos ofrecen rasgos diferentes y el trato reclama actitudes educativas distintas:
      EAS   apasionados, responsables.
      EAP   coléricos, emprendedores.
      EnAS  sentimentales, emotivos.
      EnAP  nerviosos, tiernos, afectivos.
      nEAS   secos, fríos, legales.
      nEnAP  sanguíneas, suaves, frágiles.
      nEnAS  apáticos, pasivos, indiferentes.
      nEnAP  amorfos, informes, débiles.
   El educador de la fe y de las virtudes cristianas debe convertir la caracterolo­gía en un instrumento de apoyo a su labor educadora y catequística no en recurso para satisfacer ningún género de curiosidad estéril.