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En general se refiere este concepto a cualquier forma de colaboración o de intercambio para ayudar a una persona, a una sociedad, a un país. Implica idea de acción compartida.
Con todo es más recuente entenderlo como formas organizadas de colaborar con los países del Tercer mundo o con los que están en situaciones conflictivas: de guerra, de terrorismo intenso o de operación política o manipulaciones ideológicas o religiosas.
En multitud de ambientes desarrollados ha crecido fuertemente el número de los "voluntarios y cooperantes", que reflejan una mayor sensibilidad social: con exigencias de presupuestos mayores de cooperación al desarrollo (O,7%), con promoción del "comercio justo", con la actividad de ONGs específicamente promotoras de colaboración y de planes de progreso sostenido, etc.
Se suele entender como cooperación no la simple entrega de limosnas de emergencia o préstamos blandos, sino la promoción de planes de orientación y estimulación para que los beneficiados con donativos no los consuman sin más, sino que los conviertan en plataformas de despegue irreversibles.
En el terreno de la educación, los organismos internacionales han resaltado el valor de la cooperación para incrementar la calidad y la extensión educativa. Así lo han hecho la UNESCO, la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Europea), la OEI (Oficina Interamericana de Educación) y otras similares.
Entre los sistemas docentes ha existido un fuerte movimiento a favor de la "pedagogía cooperativa" en el doble sentido de estimular realidades educadoras en forma de colaboración entre docentes (Cooperativas escolares) y en las iniciativas para promover sistemas didácticos al estilo de los "trabajo en equipo” de Roger Coussinet y de la “escuela moderna” de Celestino Freinet.
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