|
Fijación del cuerpo en una cruz. Era suplicio que parece provenir del Oriente asiático y era usado sobre todo por los persas. Estaba destinado preferentemente para los esclavos rebeldes. Ordinariamente se hacía la fijación del cuerpo con ligaduras y ocasionalmente con clavos.
Si los clavos horadaban las extremidades, al desangrar a la víctima, hacían la muerte más rápida. Las ligaduras de las extremidades prolongaba el suplicio. Y, si se colocaba un soporte de madera para que el cuerpo se apoyara y los pulmones no se encharcaran o se congestionaran, la muerte podía tardar varios días en llegar, aumentando el sufrimiento para el crucificado y el escarmiento para los testigos.
En Israel no se empleó nunca, aunque consta en ocasiones el hecho de colgar los cadáveres de los ya ajusticiados después de muertos como señal de ignominia (2 Sam. 21. 6 y 9; Deut. 21. 21-23; Gen. 40. 19)
La crucifixión de Jesús se hizo a la manera romana, con unos soldados actuando y vigilando (Mt. 27.31; Mc. 15. 20), desnudando al reo (Mt. 27.35), clavando al cuerpo en el suelo con cuatro clavos (Jn. 21.18; Luc. 24.39) y usando algunas formas probablemente propias de Palestina (bebida embriagante: Mt. 27.34; Mc. 15.23).
|
|
|
|
|