|   | 
       Dirección en general es acción y efecto de  orientar, gobernar, señalar procedimientos de acción por parte de quien  adquiere responsabilidad sobre un grupo, sea por elección, por designación  o por imposición. 
   Pero en los ámbitos religiosos se alude con  la expresión de "dirección espiritual" a la animación que se realiza  en el terreno moral y espiritual a determinadas personas que aspiran a la  perfección. 
   La tendencia a la dirección personal surge  ya en los tiempos antiguos, en los desiertos y en los monasterios. Se actualiza  con la devoción moderna en el siglo XV y se mantiene como una práctica propia  de los llamados estados de perfección. Por lo tanto es práctica ascética que  se relaciona con el "don de Consejo" que el Espíritu Santo concede a  algunos. 
   El Director espiritual es quien se especializa  en el discernimiento de espíritus y en la animación moral y espiritual de las  conciencias. En su peculiar apostolado cultiva las virtudes de prudencia, de  caridad, de fortaleza para dirigir. 
   El dirigido practica la humildad, la obediencia,  la dependencia y la entrega a las exigencias del Espíritu Santo. 
   La dirección espiritual en sus diversas  formas es práctica excelente en los tiempos de la formación de la  personalidad. Pero no conviene exagerar su influencia en la vida, ni siquiera  de las más dotados espiritualmente, pues siempre las opciones espirituales  deben ser personales. 
       
     
    
    
        
         | 
      | 
      | 
      | 
      |