Divorcio
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          Separación de la convivencia matrimo­nial mediante ruptura legal o simplemente real, en forma de ruptura. Si es sólo separación transitoria sin ruptura, no es propiamente divor­cio y la Iglesia en ocasiones lo contempla en su legislación cuando existen motivos gra­ves y objeti­vos para tomar tal medida.
   El divorcio se dificulta lo más posible en todos los estados y grupos humanos, para impedir la disolución del matrimonio sobre todo cuando hay prole que prote­ger y apoyar. Pero hoy se multiplica en aquellas culturas en las que el hombre se vuelve menos fuerte ante las dificultades y cuando hay poca tolerancia ante las limitaciones ajenas.

Al aumentar en número plantea especiales problemas relacionados con la vida cristiana y sacramental. Se insiste en la Iglesia de hoy en la necesidad de un buena pastoral matrimonial y, eventualmente postmatrimonial, a la cual no debe ser indiferente un educador y un catequista, sobre todo si cuenta en sus grupos de formación con frecuentes educandos, víctimas de este desorden en sus progenitores. (Ver Matrimonio 10.3.4.)