Dracma
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   Moneda griega que aparece en el Antiguo Testamento, pues se popu­larizan durante el período persa las monedas de oro acuñadas por el Rey: la dracma, el dárico. En los textos bíblicos fechados después de la cautividad se habla con frecuencia de las monedas. (Esdr. 2.69; Nehem. 5.15; 10.33;)
   En los tiempos de Jesús la unidad de moneda romana era el siclo. Pero la moneda griega circulaba con más garantía casi sólo en las tran­sa­ciones comercia­les. La dracma tenía seis óbolos y cada óbolo 8 "jalkous". (Mt. 12.9; Mc. 6.8 y 12.41). Luego circularon monedas de dos drac­mas (didracma) y de cuatro (tetradracma).  El término dracma sólo aparece 3 veces en el pasaje de la mujer que pier­de una: Lc. 15. 8-9.
   Los romanos pusieron en circulación el denario. Son 16 las veces que aparece citado en el Nuevo Testamento. Cada denario tenía 10 ases, el as cuatro cuadrantes y el cuadrante equivalía a dos ochavos.