Esperanto
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     Lengua artificial, que nació con pretensión de ser universal y servir de enlace entre las ciencias y las naciones.
    Fue desarrollado entre 1877 y 1885 por L. L Zamenhof, profesor de Varsovia, Polonia (entonces Rusia). Zamenhof, vivía en una sociedad políglota y sentía la necesidad de alguna lengua común para facili­tar las relaciones científicas, literarias y sociales.
   Descartó las lenguas mayoritarias: francés, alemán, inglés, espa­ñol, ruso, por ser difíciles de aprender, y por tener dialectos que estorbarían el aprendizaje.
   Sintió que era mejor una artificial con reglas muy sencillas, sin excepciones y con raíces que fueran lo más comunes a las lenguas germanas, eslavas y latinas
   A pesar de ser experto en latín y en griego, las descartó por su complejidad. Preparó una gramática, un diccionario y diversos textos. La llamó "Lingvo Internacia", y dispuso el texto para hablantes del ruso en 1887, cuan­do él empezaba estudios de medicina y acaba­ba de con­traer matrimonio. Se la llamó Esperanto, que significa "el que tiene esperanza."
   No era el primer intento, pero fue el más exitoso. Otras fueron la Bahasa Indonesia, desarrollada por un lingüista alemán en los años 20 con lenguajes hablados en Java y que llegó a tener unos 50 millones de hablantes en la República de Indonesia. También surgió el idioma Elvish de J. R. Tolkiens  Thingan Hol (Klingon) de Marc Okrand, que fue usada en películas Star Trek y en la serie de televisión Star Trek.
    Otras fueron la Volapük, la Ido, la Occidental/Interlingue, la Basic English Novial e la Interlingua (Gode). El esperanto ganó en hablantes a todas las otras.
    En la segunda parte del siglo XX el esperanto, como las demás lenguas artificiales y planificadas, decayó notablemente en el uso, al aparecer los programas informáticos de traducción automática y abrirse insospechadas posibilidades de relación interlingüística.
  

 


 

 

 

   

 

 

 Materiales religiosos en lengua espe­ranto han ido surgiendo a lo largo del siglo en que se ha divulgado. Existen traducciones de los libros básicos del cristianismo, como es la Biblia, o de otras creencias, como el Corán. Y se han multi­plicado las publicaciones.
    Las dificultades para expresar la variedad de sentimientos y matices en una lengua que no sea la natural ha sido siempre un obstáculo para estas lenguas. Algunos pastores se preocuparon por ellas, como el Obispo J. Martín Schleyer, que ideó en 1880 el volapük, con la ilusión de que llegara a ser una lengua internacional para la comunicación de la fe. Vano empeño, pues pronto comprendió lo difícil que resultaba su intento.