| |
Terminar algo: un proyecto, una deuda, un pueblo, una relación familiar o laboral, un compromiso. En el Nuevo Testamento se alude a ello con diversidad de términos.
"No he venido a extinguir la ley, sino a darla cumplimiento" (Mt. 5. 17). Se emplea el término "lyo o katalyo" (abolir) 61 veces, "ayreo o kata-aireo" (exterminar) 39 veces, "kata-arjeo" (destruir) 27 veces, "azeteo" (aniquilar) 18 veces; y otros como "kata-sfrefo" (arruinar), "a-nalisko" (consumir), "eremeo" (desvastar), expresiones todas ellas usuales en el lenguaje popular, pero llenas de resonancias dolorosas, catárticas o punitivas.
Este abanico de términos hace referencia a la justicia divina, que se sirve de los hechos de la naturaleza para que los hombres purguen sus pecados y reflexionen en la necesidad de confiar en la protección divina. La principal purificación deber ser siempre la del pecado, que ofende a Dios y destruye su obra.
|
|
|
|
|