|  |   Grupo o secta que aparece en Judea en el  siglo II antes de Cristo y cobra cierta importancia en el pueblo, haciéndose  presente en los tiempos de Jesús. Los fariseos se opusieron a Cristo por su rigorismo,  por sus actitudes aristocráticas y, sobre todo, por su orgullo de clase, tan  opuesto al mensaje del divino Maestro. Despreciaban al pueblo por descarriado,  mientras Jesús le amaba.El término fariseo es arameo y significa  "los separados" (perissayya). Al principio se llamaban ellos mismos  los "haberim" (compañeros) y se consideraban hasidim (los  puros). El nombre de fariseos se lo pusieron sus adversarios por el aislamiento  al que se entregaban.
 Probablemente surgieron como grupo separado  del culto del templo al hacerse con el sumo sacerdocio los reyes asmoneos,  descendientes de los tres Macabeos, probablemente en tiempos de Juan Hircano.  Ello les originó persecuciones por parte del poder real. Llegaron a ser  numerosos y defendieron de las tradiciones religiosas propias combatiendo  acérrimamente toda cultura pagana o grecorromana.
 El historiador judío Flavio Josefo le presenta  como especialmente influyentes en el pueblo y como coherentes con su doctrina y  sistema de vida.
 En el  Evangelio se caracterizan y condena por sus actitudes ostentosas y su  hipocresía, por lo cual fueron fustigados por Jesús, según los textos evangélicos.  (Mt. Cap. 13). En el pueblo tenían cierto ascendiente por la pureza aparente  que manifestaban. Incluso se diferenciaban en su vestimenta. Pero resultaban  desagradables por su arrogancia y conciencia de clase, por su desprecio por la  plebe y por su vanidad religiosa.
 Los saduceos se les enfrentaban, pues ellos  aceptaban la helenización de la vida, al mismo tiempo que ostentaban el poder  sacerdotal. Eso enconaba los ánimos fariseos generando una dualidad de mando  religioso: el cultual saduceo y el popular fariseo. Jesús no se alió con  ninguno, sino que se presentó como profeta y rabbi independiente.
 El  sentido ético, espiritual y, en ocasiones, místico fue un apoyo grande después  de la destrucción del templo el año 70 y la casi desaparición de la clase  sacerdotal en esa ocasión. Por eso su supervivencia como grupo se mantuvo  varios siglos. Sin embargo, la influencia cristiana y el Evangelio hicieron del  término sinónimo de hipocresía y de vanidad, idea con la que pasaron a la  historia al desaparecer en el siglo III. (Ver Evangélicos. Grupos 1)
          
 
 
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