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Capacidad de producir nuevos seres, humanos en lo relativo a la fecundidad fisiológica, y espirituales, artísticos o literarios en lo referente a los hechos humanos. La fecundidad es una tendencia de todo ser vivo, desde los más primitivos a los más organizados, desde los vegetales a los humanos.
La fecundidad humana no es sólo una posibilidad orgánica del cuerpo, sino una alternativa de la mente, de la voluntad y de la sensibilidad.
Es un deber ético de los seres inteligentes. Producir acciones buenas y ofrecer la vida en proyección hacia los demás se halla en la misma esencia del ser inteligente.
Interesa en educación resaltar esta conciencia ética de proyección beneficiosa hacia los demás, sobre todo en tiempos o ambientes en los que se resalta el interés egocéntrico y el pragmatismo egoísta. (Ver Matrimonio 1.2)
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