Frescos
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      Son cuadros pictóricos realizados sobre una superficie mural debidamente preparada, para que su permanencia quede asegurada.
   Ordinariamente se prepara el muro con un trato previo a la acción decorativa y luego se van realizando la pintura, que suele quedar con aspecto aterciopelado, con tonos suaves y agra­dables y gran resistencia el paso del tiem­po y a las inclemencias.
   Multitud de grandes obras pictóricas son frescos que llenan iglesias, palacios, edificios públicos. Y lo mejor de la pintura religiosa, como la Capilla Sixtina, son frescos. Hay otras técnicas: temple, óleo, etc. Pero la pintura "al fresco" fue prefe­rida en las épocas clásicas.
    Digna de todo recuerdo es la pintura mural gótica (Gioto) y renacentista (Uccello, Masolino, Rafael, Miguel Angel, Leonardo, etc.) en frescos cuyos mensajes religiosos resultan insuperables, además de admirables.