Resultados reales ante una acción, proyecto o empresa, que se hacen posibles por la correcta planificación, por las circunstancias propicias o por diversas variables que confluyen propicias.
En educación cristiana hay que recordar que existen frutos exteriores y visibles y frutos interiores e invisibles. Hay que saber apreciar la existencia de ambos y preferir los segundos a los primeros, si son reales.