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Cada uno de los macromundos del universo constituido por millones de enjambres estelares, es decir de conjuntos inmensos de bloques de estrellas.
El nombre viene de la mitología griega que las identifica con la forma blanquecina de la leche materna (leche, galactos). Al margen del significado etimológico, la realidad cósmica, inmensa y sobrecogedora, es un desafío para la inteligencia por el ingente número de galaxias que pueblan el universos y la cantidad portentosas de elementos estelares que configuran cada una de la galaxias. Constituyen reclamo permanente para pensar en la realidad sobrenatural y en el misterio del Ser infinito que ha sido capaz de configurar semejante grandeza.
La tradición dice que Newton, que conocía menos de ellas de lo que hoy se descubre y se explora en el universo, se descubría en señal de respeto cada vez que en los libros encontraba la palabra de ese "Dios" universal, creador y poderoso.
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