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Ciencia que trata de interpretar el significado psicológico de la escritura personal. Es el análisis de la escritura autógrafa para descubrir sus rasgos. Se usa para diagnosticar situaciones alterantes del individuo o los aspectos de la personalidad del que escribe.
Puede determinar con cierto nivel de garantía la autenticidad de una firma o de un documento manuscrito, la situación presente del que lo ha elaborado o la necesidad o situación del autor.
Los manuscritos requieren una serie de líneas para poder ser analizados con suficiente seguridad. Las situaciones anímicas o biológicas son más difíciles de detectar en el tipo de letra. Los rasgos generales y su autoría se determinan fácilmente, pues cada uno tiene su letra una vez aprendida y apenas se puede disimular.
Desde antiguo se interesaron los intelectuales por los rasgos y tipos de letras personales y el significado que podrían tener. El primer tratado que se conoce del tema es de 1622. Los intentos de sistematizar las normas y consignas para interpretar las letras son, con todo, de 1872, cuando el Abad francés Hypolite Michon (1886-1881), escribió un libro con el título de "Grafología". Le siguió en el intento Jules Crépieux-Jamin que incrementó las observaciones anteriores y creó la escuela francesa de grafología. Alfredo Binet, científico de la inteligencia, se interesó por el tema. Estaba convencido de que la grafología podía servir como técnica de evaluación de la personalidad. La escuela francesa se inició con W. Preyer en 1895.
En 1904 el alemán Ludwig Klages publicó la hipótesis de que la escritura a mano es un movimiento expresivo, similar a la gesticulación, la forma de andar o la expresión facial. Sus observaciones se sistematizaron en diversas publicaciones y constituyó con ellas y sus seguidores la llamada escuela alemana. El psicólogo suizo Max Pulver amplió sus datos.
Los psicólogos americanos se interesaron por el tema y June Downey y Joseph Zubin multiplicaron sus investigaciones sobre esta técnica psicológica.
La escuela italiana con César Lombroso y G. Moretti buscaron diversas aplicaciones prácticas en el campo de la delincuencia o de los trastornos sociales.
Todos estos datos y nombres indican que la técnica grafológica puede ser interesante también en el terreno de la religiosidad y de la moral, a pesar de que reclama especialización rigurosa para su uso.
Pero puede ser un instrumento ocasional para el que trata con niños y jóvenes en temas de educación religiosa, la cual nunca está alejada de otros problemas personales y espirituales: temores, angustias, anhelos, deseos, proyectos de vida, etc.
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