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Figura del lenguaje que consiste en exagerar la realidad de lo que se dice. Los oyentes entienden perfectamente el alcance de lo dicho, en virtud de la experiencia, de las circunstancias y de la realidad misma.
Detrás de las palabras materiales existe la interpretación natural de las mismas. Por ejemplo, es hipérbole decir que todos los catequistas son personas generosas. Materialmente es una exageración. Pero formalmente todos interpretan adecuadamente ese modo de decir en cuanto es una alabanza y evidente que siempre tiene excepciones.
El lenguaje bíblico tiene a veces hipérboles, pero no muchas. Es más propenso a la parábola o lenguaje metafórico y comparativo, que a la hipérbole o lenguaje exaltativo y exagerado.
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