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Cualidad de elevada movilidad que tienen muchos alumnos o personas mayores bien por estructura nerviosa del carácter personal bien por sobreexcitación a que se hallan sometidos por las circunstancias en las que viven. Es equivalente a hiperactividad y movilidad.
Hay por lo tanto dos tipos de hipercinesia: la natural y constitutiva, debida a una estructura nerviosa móvil, irritable, dinámica y propensa al cambio inestable; y la artificial o inducida, de base fantasiosa, que se desarrolla por factores externos: cambio de vida o hábitat, uso excesivo de audiovisuales, etc.
El educador, y también el catequista, saben, o deben saber, que en el primer caso la hipercinesia es irremediable por natural; y el tratamiento de los nerviosos debe estar dirigido a controlar el perjuicio posible para los "pacientes" del entorno, mediante el conveniente encauzamiento provechoso de la movilidad.
Sin embargo, en el segundo caso se precisa una higiene correctora en lo posible: supresión o disminución de las causas y adecuada disciplina posterior del trabajo motivado y dirigido a la obtención de objetivos provechosos.
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