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Ser vivo mamífero superior que fue precursor del hombre ya constituido. Las teorías antropológicas y arqueológicas que explican la evolución de los seres que llegarían a ser los hombres son múltiples, desde Lamark (1744-1829) en Filosofía zoológica o desde Darwin (1809-1882) (en “El Origen del hombre) hasta los antropólogos actuales.
Por regla general los primates que van asumiendo formas cercanas al hombre se remontan a los a los 9 ó 10 millones de años, como el Ramapithecus, hallado en la India y en Africa, que se separa ya de los póngidos (precedentes de los grandes monos actuales). Las formas que se hacen ya al género homo, paralelo al astralopithecus, de una antigüedad no menos de dos millones de años. El "homo habilis" o capaz de manejar guijarros parece existir ya desde un millón largo de años, y el "homo sapiens" o poseedor de la primera capacidad de pensar (de relacionar) que hasta hace poco se la daba medio millón de años de antigüedad, desde los descubrimientos de Atapuerca (Burgos) Homo antecesor) debe retroceder unos 250.000 años más en el tiempo.
El proceso de los homínidos terminó en el "homo sapiens sapiens", el hombre actual, cuyos fósiles se dispersan prácticamente por todo el globo terráqueo, salvo los grandes y arcaicos desiertos de hielo o de arena inhábiles para la vida.
La visión de los homínidos hace pensar en la fuerza misteriosa que rigió la evolución de las especies vivas y de forma particular la del hombre. Y alienta la interpretación del concepto de creación de forma científica, originales y real, entendiendo el hecho creacional como un proceso de continua presencia de la acción divina en el mundo y no como un acto temporal o muy restringido en su realización temporal, al que los humanos de hoy estamos ya propensos por la evolución de nuestra inteligencia. (Ver Creación. Ver Hombre)
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