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Desde el nacimiento se denominó con este término al conjunto de conocimientos que se consideraban apoyos a la mejora del hombre, sobre todo desde la acción educadora de los preceptores que se ponen en boga en los tiempos posteriores a la escolástica.
Herederas de las siete artes liberales: el trivium (gramática, retórica, dialéctica) y del cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música), se desenvolvió el interés sobre todo por lo erudito y lo culto. Se les llamó humanidades, estudio de letras humanas, por ser diferentes de las divina: Teología, Biblia, Derecho.
En un primer momento se consideraron humanidades en italia la Literatura, la música, la arquitectura y el arte. Pero pronto en el resto de Europa se despertó el interés por Roma y Grecia y se consideraron humanidades el latín y el griego, la historia, la literatura, la filosofía clásica sobre todo precristiana, las artes retóricas y la crítica filosófica, al estilo de como las proponía Erasmo de Rotterdam en su "Plan del luchador cristiano" (Enchiridium milites christiani)
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