Imprecación
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  Expresión o fórmula con la que se condena, maldice o anatematiza un he­cho, una persona o una comunidad. En principio tenía cierto carácter religio­so de conjuro, maleficio, sortilegio y ritual execratorio. En la mayor parte de los pueblos y en tiempos recientes, no es otra cosa que una maldición y un des­ahogo.
   En moral se suele definir como la manifestación solemne del deseo de una mal para el prójimo. Evidentemente, en cuanto tal, se rige por la moral cristiana de la cari­dad y de la justicia, teniendo en cuenta que, ni aun en el caso de haber recibido un perjuicio del maldecido, se puede en lenguaje evangélico devolver mal por mal ni desear daño al prójimo.