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Acción de iniciar con valentía y originalidad una acción o tarea. También es la cualidad personal de saber hallar medios y camino adecuados para cada una de las acciones que es preciso realizar.
Es una de las cualidades que precisa el educador, que hallará en su capacidad de adaptación, organización e intervención, es decir de iniciativa, los recursos que en cada momento requiere su tarea.
La iniciativa tiene una base en la imaginación creativa que varia en cada persona. Pero la construye en sus formas y cauces otros ingredientes como la experiencia que se adquiere, la confianza en si mismo que se desarrolla, la urgencia de la actividad que se pretende, el entusiasmo que se pone en cada acción.
Sobre una base de naturaleza, el catequista cultiva la iniciativa cuando se relaciona en grupo con personas creativas, cuando tiene interés por formarse y adaptarse a los ambientes o personas, cuando se entrega con amor a su misión.
Con todo, es bueno hacer la observación que la iniciativa debe ser controlada por la inteligencia práctica. Excesivas ideas nuevas y cambios continuos puede producir inestabilidad. Entonces las iniciativas más que ayudas se convierten en estorbos pedagógicos.
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