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Capacidad del ser humano, racional y libre, de querer o no querer un objeto o pretender una finalidad. El animal no tiene intención sino sólo instinto operativo. El hombre, por su razón, puede discernir, elegir y optar.
Moralmente las intenciones, por ser actos humanos, son buenas o malas según su objeto, siempre que sean conscientes y libremente aceptadas, ya se lleven a cabo en forma de actos o no puedan realizarse. Pertenecen a la esfera moral de los actos libres interiores (pensamientos, deseos). El concepto intención está a mitad camino entre lo intelectual y lo volitivo y suponen una adhesión inicial de la persona al objeto. Por eso son valores positivos aunque no se realicen; y son taras morales, pecados, aunque no se lleven a efecto.
En la ascética y en la religiosidad se habla también de "intenciones", en cierto sentido metafórico, cuando se alude a los objetos o motivos por los cuales se elevan a Dios plegarias, se hacen sacrificios y ofrendas o se formulan promesas y votos por medio de los santos.
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