|
Del latín "levir", cuñado. Se alude en la Biblia a la tradición o ley vigente en diversos pueblos del Oriente de contraer matrimonio con la esposa de un hermano fallecido sin descendencia.
Los hijos nacido de tal enlace pertenecían al difunto y prolongaban su descendencia en el pueblo de Dios.
Al mismo tiempo las viudas quedaban protegidas por respeto al hermano fallecido. No cumplirlo era una impiedad, merecedora de castigo, como lo ocurrió a Onam (Gen 38.8)
A este deber bíblico (Deut. 25.5-7) aludían los adversarios de Jesús con la consulta que le hacían y que Jesús resolvía aludiendo a la verdadera dimensión terrena del matrimonio y a la esperanza en la resurrección (Lc. 20. 27-40; Mt. 22. 23-33 y Mc 12. 18-27)
|
|
|
|
|