Mendicidad
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     Práctica habitual de la petición de limosna, a falta de posibilidad de vivir del propio trabajo.
   La mendicidad ha sido siempre una cuestión candente en el trato de los que la práctica. Pues, mientras han abundado los pillos, vagos y explotadores de la caridad pública, han vivido en la miseria otros más necesitados se han visto impedidos de obtener ayudas por las "mafias" que hicieron de la miseria aparente causa de engaños y coacciones.
   En educación cristiana hay que enseñar a discernir entre los indigentes aparentes, a quienes hay que bloquear cualquier auxilio que les conduce al vicio y a la holganza, y los verdaderos indigentes que carecen de lo necesario.
   En caso de vacilación, debe ser prioritaria la caridad sobre la sospecha. Pero en la sociedad actual es importante orientar a los creyentes hacia una caridad más generosa, pero más ilustrada y realizada a través de organismos de discernimiento, eclesiales o no, pero que acreditan el orden y la eficacia.