Microenseñanza
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      Concepto polivalente, originado en la Universidad de Stanford (USA) en 1963, que alude a la transmisión de conoci­mientos en unidades breves y asequibles a pe­que­ños grupos de alumnos. Se opone a planes o procesos grandes en los cuales se pierden o malgastan muchas energías por abarcar campos amplios o proyectar procesos para tiem­pos largos.
   La microenseñanza es un intento de rentabilizar los esfuerzos en busca de una máxima rentabilidad. Y se apoya en instrumentos adecuados y adaptados a cada contenido o materia. Usa medios visuales, gráficos, informáticos, poco los verbales, pero siempre en busca del apro­vechamiento activo del que aprende.
   La metodología que pensaron los docentes promotores de la idea era un tanto curiosa: clases cortas (microlec­ción) a grupo pequeño (microgrupo) de poca materia (microtema).
   De esta mane­ra, la rentabilidad es total, la satisfacción en los receptores es ple­na, la rentabili­dad es máxi­ma. Es difícil dilucidar en esta ingeniosa (o inge­nua) forma docente lo que hay de pro­greso pedagógico o lo que hay de simple nove­dad metodológi­ca.
   Del mismo modo es difícil afirmar sin vacilar si es adaptable a mate­rias como el arte, la sociología o la cultu­ra religiosa; o sólo es compatible con cono­cimientos matemáti­cos, físico-quími­cos o de cien­cias "fragmentables".