Monjes
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       Miembros de un monasterio, que llevan vida apartada del mundo, con votos de pobreza, castidad y obediencia, y que siguen una regla de vida aprobada por la Iglesia. La palabra viene del latín, y antes del griego "monachos" (uno, monos, y soledad).
   Ya S. Jerónimo en el siglo IV escribía a Heliodoro (Mingne en Patrología Latina XXII. 350) que monje significaba "solita­rio". Pero la idea de monje es anterior. En Oriente se asocia al movimiento basiliano y en Occidente se divulga desde que S. Benito inicia el movimiento de monasterios en el siglo VI.
   A partir del fundado en el 535 en Montecasino, los monjes se divulgan por toda Europa bajo la regla benedictina y constituyen en breve una clase social, al mismo tiempo que un movimiento cristiano amplio y diversificado. Precisamente en la Regla de S. Benito se dice que hay cuatro tipos de monjes:
      - cenobitas, si viven bajo una regla o  abad, es decir con orden común;
      - anacoretas o ermitaños, si llevan una vida alejada para la soledad, pero espiri­tualmente unidos a los demás;
      - "sarabi­tas" que realizan alguna labores en la iglesia y salen a veces de los monasterios para bien de todos;
      - y "giróvagos", que son los errantes que no se ajustan a un lugar.
    Con el tiempo los monjes se diversifi­caron y nuevos modelos de vida solitaria (cartujos, camaldulenses) o de frailes (hermano) mendicantes (franciscanos, dominicos, carmelitas), incluso canónigos regulares (premostratenses), se fueron diversificando en conventos y casas religiosas y no sólo en monasterios.
     Vulgarmente a todos se denominó con el término de monjes. Pero estrictamente solo los habitantes de monasterios, con dependencia del abad o autoridad del mismo y con voto de obediencia son los que se denominan monjes en el lenguaje eclesial.
     Los monjes no necesariamente fueron sacerdotes (cluniacenses, cistercienses, trapenses), pues se dedicaron al trabajo y a la oración.
     El equivalente femenino responde a los mismos cánones o criterios canónicos, aunque popularmente a todas las religiosas se las denomina monjas