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Término equivalente a "nazismo" (su forma sintética). Refleja una ideología desarrollada en Centroeuropa y una actitud política teñida de racismo, de laicismo y de totalitarismo, diseñada por caudillos (caudillismo) o jefes opresores y obsesivos (fanatismo), enemigos de la dignidad del hombre como persona libre.
En Alemania surgió como reacción a la frustración social procedente de la derrota en la primera guerra mundial. El Tratado de Versalles de 1929 y los efectos de la recesión mundial desplazaron la sociedad hacia un capitalismo de Estado feroz y belicista, que generó medidas antihumanas: negación de la libertad, auge de los mitos nietzscherianos, deseo de contrarrestar con jerarquías de hierro las dictaduras proletarias de la URSS.
Agnóstico y ateo en lo religioso, demagógico en lo social, racista en lo convvencial, amargamente resentido en lo bélico, se gestó un programa (sintetizado en "Mein Kumpf", Mi lucha, de Hitler en 1924) que tuvo en este "Fürer" su más patológico exponente y en la sociedad germana su indudable y culpable caldo de cultivo, en el que pocas fuerzas vivas fueron capaces de evitar el contagio.
Amortiguados, surgieron también programas paralelos, como el fascismo italiano (de Benito Musolini) de 1929, y otros modelos más hábiles: el caudillismo de Franco en España, de Oliveira Salazar en Portugal, de diversos dictadores posteriores en países de Suramérica (Perón, Pinochet, Stroessner, Somoza). Estas ideologías, negadoras en diverso grado de libertades y de democracia, fueron desgastándose con el tiempo, pero dejaron amargos recuerdos de lo que es capaz de un hombre o un pueblo cuando olvida sus raíces espirituales y su conciencia respoosable
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