En la misma palabra, indica rango social, por herencia o por concesión, en cuanto a dignidad. Por extensión se aplica a la virtud de la sinceridad, de la veracidad, de la lealtad, de la rectitud, de la franqueza.
Se presupone que la persona noble no miente, pues no necesita disimular, ya que su honor se lo impide. La mentira es frecuente en el ruin y empobrecido.