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Posesión y ostentación innecesaria de bienes materiales en comida, vestido, vivienda y diversiones. La abundancia de bienes no es mala en sí, sino el uso que se hacen de ellos es lo que condiciona su moralidad.
La opulencia es una simple situación de posesión de riquezas. Pero el vivir ostentosamente de ellas, sobre todo en situaciones hirientes para quienes no las poseen, es lo que resulta inmoral y pecaminoso por sí mismo.
El concepto de opulencia, en cuanto vicio contrario a la vida cristiana, queda reflejado en la parábola de Jesús sobre el rico (Lc. 16. 19-31), a quien la tradición denominó "Epulón" (o ricachón).
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