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Médico suizo, famoso, hábil, altruista en el ejercicio de su labor curativa, vagabundo y experimentador incansable. Su nombre era Teofrasto Bombast y lo latinizó, siendo conocido por Paracelsus.
Su padre era médico. Al terminar sus estudios se dedicó a los mineros. Estudió sus enfermedades profesionales. Nombrado profesor en Basilea, encontró envidias entre los colegas y abandonó la cátedra. Llevó una vida errante por ciudades suizas y alemanas, amparado por su fama y habilidad. Murió en una posada en circunstancias misteriosas. No participó de la fe de los católicos ni de las convulsiones protestantes del momento. Y parece que creyó en la astrología, en la magia, y en los sortilegios.
Escribió diversos libros, entre ellos "Obra Paramira" y "Obra Paragrana" entre los médicos; y "Sobre la voluntad", entre los más psicológicos.
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