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Se denomina en el lenguaje religioso paralelismo a dos conceptos básicos.
- A la propiedad frecuentemente manifestada en los Salmos, en los libros poéticos y en los sapienciales de repetir la idea en dos formas semejantes (paralelismo bíblico) con el fin de hacer más persuasivo el mensaje y más sonoro el lenguaje. Es figura frecuente en toda la literatura oriental, cuyos rasgos laten en los textos bíblicos.
- Es también un criterio de exégesis bíblica, que consiste en no interpretar un texto de forma aislada y parcial. Es preciso hacerlo comparativamente con los demás textos que puedan hacer referencia a la idea, dato, relación o mensaje que se trata de comprender. Por eso buscar y contar con los textos paralelos es necesario. Las enseñanzas bíblicas deben entenderse en el contexto y en concordancia con los otros textos fragmentos que en el mismo libro o en otros, aluden al mismo asunto. El paralelismo ayuda a descubrir el sentido compartido con textos semejantes y se apoya en la creencia de que es Dios quien inspira, aunque la intervención humana del hagiógrafo aporta su lenguaje, su estilo y sus rasgos humanos.
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