Pastor
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         Oficio de todo el que se dedica al cuidado de ganado mayor o menos, especialmente de ovejas y cabras en el ambiente mediterráneo.
   Oficio abundante en la Palestina del tiempo de Jesús, por las condiciones socioeconómicas de todos los países del entorno, a Jesús se le denominó en los primeros tiempos sobre todo con el nom­bre y la figura de Buen Pastor.
   Se da la referencia en el Evangelio (Jn. 10. 14), en reminiscencia de múlti­ples alusiones proféticas (Is. 40.11; Jer. 31. 10; Ez. 34.12; Zac. 13.7).
   En el Nuevo Testamento es el trabajo y oficio (junto al de labrador) que más alusiones recibe: 40 veces se habla de la figura del pastor, de las que 16 hacen alusión explícita a Jesús en esa función de pastorear a sus ovejas como protector, vigilante o amoroso cuidador. "Yo soy el buen Pastor" (Jn. 10.14). Y sus seguidores le entienden como tal, "el que salió de entre los muertos, gran pastor de las ovejas" (Hebr. 13.20), el "príncipe de los pastores". (1 Pedr. 5.4)
   En los primeros tiempos cristianos la figura del buen pastor caló hondamente entre los seguidores del Evangelio, en el arte, con el emblema del pastor llevando la oveja perdida en los hombres, en las catacumbas, hasta los escritos al estilo de "El Pastor" de Hermas, escritor que vivió hacia el 140 ó 150.
   La idea de pastor, aplica a Cristo, generaría en la Iglesia a lo largo de los siglos una continua referencia a la tarea del cuidado de los fieles. Desde los primeros tiempos se denominó a los sacerdotes pastores y hasta los usos de los protestantes renunciar al concepto y terminología de sacerdotes para denominar "pastores" a sus animadores religio­sos, mientras que los católicos siguen con el término de sacerdotes aunque generaron una abundante literatura "pastoral", en referencia a las formas prácti­cas de animar y gobernar a la Iglesia.
   También es interesante recordar que la figura del pastor, por motivos religiosos y no sólo bucólicos o naturalistas ha generados muchas creaciones artísticas. Se pueden citar como modelos de valores humanos "El pastor ingrato" de Lope de Vega, escrito en 1628, "La oveja perdida", de Juan de Timoneda, en verso. Y la novela de "Pastores de Belén", de Lope de Vega, donde mezcla verso y prosa.
   En el arte pictórico son innunerables las referencias antiguas y modernas a Jesús como Pastor vivo y a los sucesores de los Apóstoles, como modelos de solicitud y de entrega a las almas.