Pérez.
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    Apellido frecuente en la lengua castellana. Entre los más significativos "Pérez" que sobresalieron en actividades pasto­rales y religio­sas se pueden citar:

   - Pérez, Antolín (+ 1652). Religioso basiliano de Madrid. Buen predicador y celoso pastor, también se entregó a escribir libros de piedad. Entre ellos merecen resaltarse: "Concordia sobre los Evangelios de la pasión de Cristo", "El Eclesiastés", "Ser­mones de cuaresma", "Suma de casos morales" y "Suma de asuntos predicables en las fiestas de Ntra. Señora".

   - Pérez. Bernardo (1830-1903). Pedagogo francés, gran entusiasta de la educación prematura en los niños. Escribió numerosas obras y popularizó las ideas sobre educación infantil en escritos como: "Los tres primeros años del niño", "El niño de tres a siete años", "La educación moral desde la cuna", "El alma del embrión y el alma del niño" y "Desarrollo de las ideas abstractas en el niño".

   - Pérez. José (1764-1824). Escolapio aragonés. Escribió diversos textos académicos, pero se le conoció por un tratado sobre "Virtudes de que deben estar adornados los sacerdotes".

   - Pérez Valencia. Jaime (1490-1586). Agustino erudito de Valencia, primer inquisidor en Valencia nombrado por los Reyes Católicos. Se pueden recor­dar entre sus obras la "Exposición de los Salmos", "Exposición del Cantar de los Cantares", y "El Cántico de la Virgen."

   - Pérez Valdivia. Diego (1510-1589) Teólogo de Sevilla, catedrático de Sda. Escritura en Baeza, discípulo de S. Juan Avila. Renunció a todas las dignidades y se dedicó sólo a la predicación de la Pala­bra de Dios y a obras de caridad.
   Entre sus obras merecen especial recuerdo "Documentos saludables para las almas piadosas", "Avisos para gente dedicada al servicio de Dios", "Camino y puerta para la oración" y "De la frecuente confesión y comunión".

   - Pérez. Juan (1512-1545). Escritor andaluz, de claro ingenio y encargado por Carlos V de varias misiones diplomáticas. Se terminó pasando a la Reforma por miedo a la Inquisición. Huyó a Gine­bra, donde ejerció como docente.
   Escri­bió tres obras catequísticas que fueron incluidas en el Indice por la Inqui­sición, aun cuando hoy su contenido acredita su lejanía de las tesis luteranas: "Catecismo", "Traducción de los Salmos" y "Sumario de la doctrina cristiana".

    Pérez, Manuel (s. XVIII). Agustino mejicano catedrático de lengua azteca en Méjico. Experto en lenguas de la región, sobre todo el azteca, preparó publicaciones celebradas en lengua mejicana. Entre ellas cabe resaltar: "Farol indiano", "Guía de cura de indios", "Suma de cinco sacramentos que administran los ministros evangélicos en esta América", "Catecismo Romano de Pío V traducido al mejicano", y "Método para auxiliar moribundos en lenguaje mejicano".

   Pérez. Manuel (1820-1894). Escolapio erudito y buen gobernante en las Escuelas Pías. Ocupó diversos cargos y tuvo tiempos para escribir obras  hermosas como "Religión y moral", para los colegios escolapios y "Corona calasancia o varones ilustres del Escuelas Pías por su religiosidad e instrucción".

 

   

 

    - Pérez de Montalván. Juan (1602-1638). Literato poeta y dramaturgo. Orde­nado sacerdote en 1625. Fecundo y hábil en verso y en prosa, fue uno de los grandes del siglo de Oro, amigo y alabado por Lope de Vega y enemigo declarado por parte de Quevedo.
   Sus producciones fueron muchas. Entre las religiosas, que son abundantes, cabe resaltar algunas de sus comedias y sus poemas. Entre sus poemas brillan los que escribió a la muerte de Lope, su amigo, con el título de "Fama Póstuma". Entre las dramáticas se pueden citar: "Lo que son juicios del cielo", "El valiente Nazareno", "Sansón", "El divino portugués", "San Pedro de Alcántara", "Los dos jueces de Israel". Son más imitadoras de Lope de Vega que creativas.
   Y entre sus otros escritos piadosos y religiosos se puede citar como modelo de su estilo el "Arte del bien morir".

1 Pérez Florido. Beata Petra (1845-1906

    Fundadora de las “Madres de Desamparados y de S. José de la Montaña”, en 1880. Nació cerca de Antequera en 1845. En 1873, a punto de contraer matrimonio con José Mir, recibió la prohibi­ción de su padre. Desengañada, se entregó a las obras de piedad y caridad. Con otras jóvenes formó un grupo que pronto evolucionó a Instituto religio­so.
     En 1873 abrió su primer asilo de ancianos en Alora, Málaga. Al morir su padre ingresó, por consejo de su confesor, en las Mercedarias de la Cari­dad, fundadas por el P. Zegrí. Pronto vio que no era lo suyo y se retiró, para volver a su idea fundacional.
   En 1880 formalizó su nueva institución para atender a ancianos. Inició con sus tres compañeras el Asilo de Hellín, en Málaga. En 1883 se instalaron en Ronda y tomaron la dirección del Hospital de Santa Bárbara que se les ofreció. Luego abrió una casa para niñas huérfanas. En 1884 puso ya clases gratuitas para las niñas pobres, llegando a tener 250 alum­nas. Ese año fue con siete compañeras a fundar la casa Asilo de Gibraltar.
   Las obras fueron ampliándose a medida que aumentaban las Hermanas: Asilo de Andújar para huérfanas, Asilo de Martos, casa de Barcelo­na para niñas abandonadas, Noviciado de Manresa y otras más. En 1894 estableció la casa Central de la Congre­gación en el Santuario a S. José de la Montaña, que daría en adelante nombre al Instituto. En 1903 comenzó a salir la revista "La Montaña de S. José" que extendió mucho el conocimiento de la obra de las Hermanas.
   Falleció en 1906 después de breve viaje a Monserrat. Fue Beatificada por Juan Pablo II el 16 de Octubre de 1994.

  - Pérez Platero. Luciano (1862-1963) Fundador de las Misioneras de la Acción Parroquial en 1942. Navarro, de Arizaleta, nacido en 1882. Sacerdote piadoso y apostólico. Se formó en Salamanca y en Comillas, donde obtuvo el Doctorado en Derecho Canónico.
   Ocupó desde 1928 la sede episcopal de Segovia. En 1942 inició en Segovia su Instituto religioso para las obras de caridad. Trasladado a Burgos como Arzobispo en ese mismo año, siguió y orientó la vida de su Congregación, al paso que ejercía en la ciudad castellana una fecunda labor apostólica. Se interesó ardientemente por la obra de las Misiones extranjeras con sede en Burgos hasta su muerte en 1963
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