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Vicio moral que consiste en dejarse lleva por la comodidad. Se llama también acidia, indolencia, abulia, apatía, desidia. El perezoso es holgazán, vago, blando. Todos estos rasgos, en el perezoso son más que características temperamentales o aspectos de su conducta social, carencias morales: energía, de fortaleza, de energía, de firmeza y de fuerza moral.
Está en la lista tradicional de los siete pecados capitales, por cuanto genera ordinariamente otros vicios perturbadores de la vida moral: irresponsabilidad, ociosidad, egoísmo, indiferencia.
En la educación de la conciencia del cristiano conviene hacer caer en la cuenta de que no es sólo vicio por que se opone a rasgos morales propios del hombre equilibrado, sino porque está explícitamente condenado por la Palabra de Dios.
Unas 30 veces está rechazada la actitud del perezoso en el Nuevo Testamento: 4 veces con el concepto de "ociosidad (a-takteo), 9 veces con la idea de inactividad (argeo), 4 con el rechazo de la lentitud (okneo), 2 con el término e indolencia (norzos) y 12 con la condena a la tardanza (bradys) o al retraso (jronidso).
El dejarse llevar de la pereza es pues un pecado en la medida en que se es consciente que el tal comportamiento perjudica a los demás y perjudica la propia vida espiritual y, con frecuencia, la humana.
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