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Es otro de los conceptos teológicos que dieron que pensar y que discutir en los tiempos escolásticos y renacentistas a los teólogos y filósofos.
Dios es causa primera de todo y las criaturas son causas segundas de cada cosa que ellas hacen. Es misterioso el cómo Dios, siendo infinito y supremo, "no se sale con la suya" y permite que las criaturas humanas, que son inteligentes y libres, hagan algo que El no quiere que se haga.
¿Lo hace todo Dios, incluso el mal, o hace lo contrario de lo que quiere cuando las criaturas hacen el mal? ¿Predetermina Dios todo, como Ser Supremo y Ultima causa, o Dios "se resigna" a hacer lo que no le gusta, como es el mal: un pecado, un asesinato, un abuso de inocentes?
Desde el carácter misterioso que tiene esta doble realidad, supremacía divina y libertad humana, al igual que en la predestinación, se puede responder con el teólogo Francisco Suárez (1548-1617)) en su libro "Del Dios trino y uno". Dios es causa del obrar, pero la maldad que pueda tener una acción es efecto de la intención mala que el hombre pone en ella. Dios da el movimiento. Pero deja al hombre libre para poner la intención. Dios mueve la mano. El que sea para ayudar a para herir depende de la intención del hombre.
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