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Rama de la psicología o técnica que analiza las implicaciones psicológicas del movimiento y las repercusiones motrices de las energías psíquicas del hombre. La motricidad, fina o gruesa, analiza los movimientos en sí y se basa en la fisiología y en la física.
La psicomotricidad ahonda los dinamismos interiores y hace comprender la fuente de donde brota la expresividad afectiva con el rostro, con las manos, con la movilidad del cuerpo.
En el niño pequeño sobre todo las expresiones corporales son lenguajes de comprensión y de expresión, necesarios e insustituibles: posturas, gestos, dramatizaciones, juegos, danzas y bailes, intercomunicaciones. Un buen psicomotricista es capa de conectar con ellos de manera más eficaz que quien quiera solo usar lenguajes conceptuales y abstractos. Lo mismo acontece con los disminuidos mentales, sensoriales o físicos.
Y no es exagerado el sospechar que grandes dosis de la religiosidad popular, de cuya importancia eclesial nadie puede dudar, tiene que ver con el cuerpo y sus propensiones: procesiones, peregrinaciones, actos cultuales, fiestas, celebraciones grupales, etc.
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