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Creencia frecuente en las religiones primitivas y que está latente en el hinduismo y en el budismo. En esta creencia admite que los difuntos, en la parte espiritual que en ellos ha existido, se vuelven a encarnar en otros cuerpos y siguen viviendo en el mundo de forma nueva y misteriosa.
Con todo, la reencarnación presupone la permanencia de las mismas almas en diferentes cuerpos. Se basa en la creencia ingenua que concibe el cuerpo como un depósito o continente del hombre auténtico, que es el alma, de naturaleza divina por proceder de la divinidad y estar destinada a regresar a ella. Este esquema conceptual, expresado sobre todo por la filosofía platónica, es anterior a ella, pues se pierde en la noche de los tiempos y se mantiene en variedad de formas, teorías, religiones y creencias, sobre todo orientales.
Las interpretaciones varían según los distintos sistemas religiosos, siendo el más extendido el hinduista que limita las reencarnaciones a un número variable, pero reducido. La reencarnación terminará cuando el alma vuelva a ser absorbida por la divinidad, de donde procede, para perpetuarse para siempre en una quietud total y placentera, que eso es el "nirvana".
El educador debe ser consciente de que es creencia supersticiosa frecuente en sectas y en tradiciones populares. Debe fomentar en los educandos la reflexión crítica y la clarificación cristiana suficiente, que es totalmente opuesta a la preexistencia del alma o a la trasmigración |
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