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Ambiente propio de la vida campesina (rus, campo) y deferente, más que contrario al urbano, que es el que existe o se lleva en las ciudades (urbis).
La pastoral, la educación, la catequesis rural implican unos postulados de adaptación a los lenguajes, a las exigencias y los objetivos que son específicos de sistemas más naturales de vida, criterios más dependientes de la convivencia cercana.
Con todo es bueno recordar que, en los ambientes desarrollados y como rasgos de los tiempos recientes, las diferencias entre ambientes rurales y los urbanos no son ya tan distantes y distintos como en otros tiempos. Los medios modernos de comunicación, los crecimientos económicos, las formas de educación y de vida de los ambientes rurales se han convertido en equivalentes a los que rigen en las ciudades.
Por eso lo mitos el hombre natural del campo y del hombre artificial de la ciudad han perdido todo su vigor. Hablar de catequesis rural sigue teniendo cierto sentido práctico, pero desde luego no el mismo que tenía hace un siglo.
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