SOCIOMETRIA
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     Es la ciencia y la técnica de explorar, medir, comparar y expresar los hechos sociales y sus rasgos afines. El concepto de Sociometría tiene cierta resonancia matemática, pues emplea criterios y técnicas de medida numérica a los contenidos sociales o a los relacio­nados con ellos.
   Trabaja con determinadas formas que se puede emplear en todos los terre­nos, también en el religioso, para explorar (sociodiagnóstico), para tratar técnicamente (sociotecnia) y para expresar gráficamente los hechos (sociografía)

   1. Sociodiagnóstico

   El concepto de Sociodiagnóstico es muy general. Puede englobar en su entraña conceptual muchas formas y estilos. Y sus diversos caminos pretenden en todo caso llegar a detectar la relación social en sí misma y en cuanto repercute en el individuo.
    Sus estilos pueden ser tan distantes cuanto lo son el modo psicoanalítico y freudiano, el análisis clínico, el procedimiento psicodinámico, el modelo observativo y el procedimiento experimental.
    Pero diagnosticar muchas veces se queda en el nivel hipotético en base a datos generales, a indicios parciales y riesgos de subjetividad. Se precisan técnicas y lenguajes más precisos, que permitan conclusiones más contundentes y estables.

   2. Misión de la Sociometría.

    El lenguaje de la Sociometría es el matemático: entran en juego ramas que trabajan con los números como son la Analítica, el Cálculo de probabilidades y la Estadística.
   Sobre todo la Estadística es la ciencia matemática más usada como crite­rio de referencia, ya se trate de Estadística descriptiva, que se basa en "poblaciones" enteras de sujetos en las que se contabilizan los hechos sociales; o la Estadística inferencial, que saca conclusiones de "muestras" significativas y representativas de la población explorada
     - La Sociometría religiosa tiene que recurrir también con frecuencia a la cien­cia estadística para lograr datos y lenguajes convenientes. Así consigue conclusiones más firmes y precisas que si sólo usa procedimientos sociodiagnósticos, los cuales se emplean en lenguajes menos cuantificados.
     - Como en todo lo relativo a las medidas es preciso extremar la prudencia. Con todo, el uso frecuente de la Sociometría es habitual en los tiempos actuales. Reclama atención singular por parte de las personas cultas para lograr la interpretación adecuada de los datos que se obtienen en las exploraciones.
     Los cálculos fríos no siempre expresan toda la realidad en materias y campos relacionados con el hombre. La intuición debe complementarlos y conver­tirse en recurso frecuente y en instrumento fácil para lograr que el análisis de los hechos colectivos no se tuerza en la práctica.

    3. Sociotecnia

    La expresión de los datos que se consiguen en las exploraciones puede hacerse también de forma múltiple. Y puede moverse en niveles variados que van desde el rigor absoluto de los hechos experimentales hasta la condescendencia que aportan quienes juegan con probabilidades y no con certezas.
    La sociotecnia es otro apoyo de la sociometría que ofrece recursos, instru­mentos, destrezas convenientes en lo que supone la exploración sociológica.  Siempre es necesaria la expresión verbal, que responde con frecuencia mejor a la clarificación de los conceptos, a la formulación de juicios y relaciones y a la elaboración de razonamientos argumentales que conducen con rapidez a la profundización de los hechos.
    Pero es conveniente, en el análisis de los hechos sociales y de las tendencias que los motivan, el buscar modos generales o intuitivos para conseguir una mejor y más rápida comprensión.
    Los instrumentos usados son muchos. El recuerdo de los más frecuentes puede ayudar a entender su significado.
      - Las encuestas son los recursos más usados para obtener datos sociales y poder luego clasificarlos en tablas o en expresiones numéricas de los resultados.
      - Las escalas y baremos de los hechos sociales permiten fácilmente determinar la posición individual en niveles o escalones predeterminados.
      - Los tests son pruebas de diversos géneros y variados estilos que intentan determinar la situación de un individuo ante un grupo. Pueden medir muchos aspectos de la sociabilidad: su afecto o simpatía, su disponibilidad al compromi­so, su grado de satisfacción, etc.
     - Las pruebas objetivas, previamente dispuestas y purificadas, son también usuales en todos los terrenos.
    Es frecuente en los temas religiosos encontrarse con estudios que han usado estos instrumentos: por ejemplo, encuestas de cumplimiento cultual, escalas de nivel ético, pruebas objetivas de conocimientos bíblicos, tests de sensibilidad moral.
 

 

   

 

 

 

   4. La sociografía

   Es un complemento interesante y de frecuente empleo en los campos pedagógicos y religiosos. Suponen formas hábiles de expresar datos sociales de forma visual y fácil de comprender.
      - Los sociogramas son las expresiones gráficas de las relaciones sociales medi­das con los tests o con las encuestas
      - Los diagramas, histogramas, los planigramas, los organigramas, los ideo­gramas son formas gráficas tan usados que se convierten en lenguajes simbólicos de fácil comprensión
    Tan frecuentes son que no hay cartelera parroquial, organismo eclesial, campaña misionera o ecuménica, etc. que no aparezca expresada con lenguajes de este tipo.

   5. Usos catequísticos

    El recuerdo de estos lenguajes y datos supone para el catequista una llamada de atención: debe aprender formas de hablar y de entender  desde los cálculos numéricos también en su trabajo apostólico.
    Debe disponerse a emplearlo al igual que lo hacen las personas cultas, incluso como lo emplean los mismos catequizandos que, en cuanto escolares, los hallan en sus libros de forma habitual.
    Ni precisan aprendizajes especiales ni se debe asustar cuando se encuentran en el ejercicio de la tarea educadora. Hacer un cronograma de la vida de Jesús o perfilar un organigrama de la estructura de la propia parroquia debe ser tan natural y sencillo como entonar una canción de cuaresma o fabricar un dibujo navideño.
    Lo importante es que se entiendan como lenguajes y no como misterio, ya que solo usándolos con naturalidad y entendiéndolos con sencillez es como se saca provecho de ellos.
    Lo que no será bueno en la tarea docente es confundir el lenguaje con el mensaje. Una estadística sobre los resultados de una colecta misional es un lenguaje frío. Detrás de ella hay el calor de los donan­tes, el interés de los receptores, la pro­fundi­dad de las motivaciones, el alcance de las circunstancias, el valor y el reflejo de las sensibilidades que la hacen comprensible. Este ejemplo debe hacer entender al educador de la fe que los misterios religiosos nunca se pueden encerrar en lenguajes científicos o matemáticos. El número de creyentes no determina la intensidad de la fe y la piedad eucarística de los feligreses no se identifica con el número de los practicantes. El educador deben entenderlo así y debe enseñar a los demás a situarse ante la frialdad de los números y ante las cálidas demandas del misterio.