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Literalmente significa "segregada", separada del uso profano y reservada, ofrecida, sacrificada a la divinidad. En virtud de ese destino santo y santificante, el objeto sagrado o consagrado adquiere dignidad especial.
Como adjetivo, se asocia a personas, grupos, instituciones, objetos, tiempos o lugares que el lenguaje popular vincula a lo divino. Podemos citar algunos usos significativos como los siguientes:
- “Sagrada Familia”. Se refiere a Jesús, a María, a José, la más divina de las familias que existieron en la tierra, por tener en su seno al Hijo de Dios hecho hombre.
- “Sagrado Corazón”. Alude al de Jesús y al de María, personas que implican especial vinculación con la divinidad, por cuanto Jesús es hombre unido hipostáticamente a Dios. Y María es la Madre sagrada de Jesús.
- “Sagrada Escritura”. Se refiere a los libros en los que está contenida la Palabra de Dios. Están "inspirados" los 73 (46 del A. T. y 27 del N. T) y en ellos se halla depositada la revelación divina.
- "Vasos sagrados" que se destinan únicamente a la acción eucarística: cálices, copones, patenas, custodias.
- "Personas sagradas", que se declaran segregadas del mundo para el solo servicio de Dios, como son las vírgenes consagradas, sacerdotes, obispos, Papa.
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