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Excitación sexual anormal por su intensidad y amplitud, que se da en sujetos del sexo masculino. Hace referencia a la leyenda mítica griega de los "sátiros", o personajes de los bosques, feos, violentos, también llamados "silenos" y en Roma "faunos", de la corte de Dionisos.
Perseguían obsesivamente a las ninfas por un irresistible afán sexual y carecían de amor, buscando la simple satisfacción sensual.
Este trastorno puede ser de tipo orgánico y presentarse como patología somática de incontinencia; o puede ser psicológica, como vicio de hiperestesia sexual. La primera forma debe ser estudiada por la medicina, ya que procede con frecuencia de lesiones cerebrales o genitales, las cuales originan priapismo (erección persistente) o tendencias compulsivas a la copulación o a la masturbación. La segunda psicológica puede ser simple deficiencia viciosa, por lo que afecta a la ética. Tales son las obsesiones psicosexuales originadas por estimulaciones persistentes, por la prematura iniciación genital separando lo afectivo de lo somático, o por ajenas manipulaciones que preacondicionan la tendencia sexual hacia exagerados comportamientos machistas.
Y en la medida en que tal fenómeno sea somático corresponde su tratamiento a la medicina, pues se reclama por lo general intervención clínica, unas veces farmacológica y otras quirúrgicas. Si el fenómeno se mueve en el terreno del vicio ético, debe ser objeto de una educación, o reeducación, oportuna, comprensiva, paciente e inteligente.
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