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El nombre que se suele dar a los textos evangélicos de Mateo, Marcos y Lucas, por el paralelismo narrativo básico que entre los tres existe.
Y se denomina "cuestión sinóptica" a los diversos intentos de explicar las muchas influencias entre los tres textos, cuestión que evidentemente es insoluble a dos milenios de distancia, pero que desafía la fantasía y la lógica de los biblistas por las múltiples concordancias existentes en los textos. (Ver Biblia y catequesis 8.4.2. ver Evangélicas. Catequesis 2)
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