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Acción de dormir mientras la mente combina caóticamente imágenes en series de recuerdos y acciones nuevas constituidas con las imágenes almacenadas. El sueño es la acción de descansar con pérdida de la conciencia. Ensueño es el producto de la ensoñación.
Metafóricamente se alude a los sueños, como modelos o expresión de ideales o deseos que se esperan alcanzar. En la Biblia, de modo especial en los Profetas, se consideran los sueños como un cauce por el que Dios se comunica con los hombres.
Se habla de los sueños tanto en el Antiguo Testamento (Gen. 31.40 y 40.18; Dan. 1.17; Jer. 27.9; Joel 2.28; Eccli 31.1; etc.) como en el Nuevo (Mt. 1.20 y 2.12; 1 Cor. 14.7; Rom. 13.11).
Fue Adán el primer hombre del que se dice en la Biblia que cayó en el sueño (Gen. 2.21) y el mismo Cristo durmió tranquilamente en medio de la tempestad del Lago (Mt. 8.25).
Un hecho tan humano como el dormir y un lenguaje tan misterioso como el soñar no podía por menos de hacerse presente en la Escritura. Es el lenguaje que es preciso tener siempre presente en nuestra vida y en la misma educación de la fe.
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