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Concepto perfilado por Federico Nietszche en sus escritos ("Así habló Zarathustra" o en "Más allá del bien y del mal") y definido como el ser inteligente que tiene todos los derechos y carece de deberes, nacido para dominar a los que han nacido para servir.
No es un individuo que tiene facultades superiores. Es el hombre en abstracto que afirma "yo soy" donde los normales solo dicen "yo quiero". Como término está presente en autores anteriores, desde la antigüedad en que se habla superhéroe o superdominador. Pero, concepto ético o jurídico, es Nietszche el que lo convierte en ideal social y filosófico, dinámico y cautivador.
Por supuesto el superhombre de Nietzsche es dominador, inteligente, ário, libre, extrarreligioso, pero no extraterrestre.
Es el que impone su voluntad como ley y que no ha nacido para ser esclavo de ninguna ley. El superhombre manda y nunca tiene compasión. Ha nacido para explotar, pues es superior a los demás.
Eticamente es una aberración, filosóficamente una utopía, socialmente una ingenuidad, literariamente un mito que actúa de estímulo, sobre todo para una juventud emborrachada de racismo, de rebeldía, de ateísmo, como luego fue la nazi.
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