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Personas que "pasan" por un ambiente, coaccionadas por una expulsión (exiliados, refugiados), acuciadas por una necesidad (emigrantes, trabajadores diversos), movidas por un afán de viaje (turistas, visitantes, excursionistas, veraneantes). Evidentemente que la situación moral, social y espiritual de cada uno de los "desplazados" varía notablemente según las causas, los tiempos y las condiciones de su movilidad. Pero son tan gigantescos los números de transeúntes que hoy se dan en el mundo moderno, acuciado por la saturación o infectado por el desempleo, que se ha convertido uno de los hechos más significativos de la actualidad.
Es efecto de la explosión demográfica mundial, de la globalización cultural y económica, de los estímulos afectivos y fantasiosos de los medios de comunicación de masas.
Y crea tales condiciones y tales necesidades morales y espirituales en las personas que bien se puede hablar de situación pedadógica y pastoral nueva. Ante una población mundial que, en más de la mitad de su número sobre todo joven, debe educarse y cultivar su fe fuera del lugar en que nació, es preciso diseñar esquemas de atención religiosa y pedagógica muy diferentes a los de tiempos pasados.
Es una de las inquietudes de todas las religiones y de los responsables o pastores de las mismas. Y es uno de los frentes pedagógicos que hoy más deben preocupar.
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